viernes, 15 de marzo de 2013

Pienso...

El sistema nos alimenta de basura, creo que por eso algunas personas no llegan a ponerse en mi lugar. Lo único que te brinda es una manera de vivir que para mí es tan hipócrita y normal, que hasta a veces me da náuseas.
La mayoría de la gente cree que una persona lo es sólo cuando tiene un título, que en realidad desde ahí pasas de ser una persona a un papel que dice un rótulo, es decir, comienzas a ser una etiqueta. Desde ahí estás obligado a laburar 8 horas por día (algunos más, otros menos), para que después terminen dándote unas vacaciones que duran solamente una semana, en la cual te gastas gran cantidad de tu suelo. Y que encima terminas medicado por depresión, debido a que no descansas o te hartas de tu rutina. ¿No es así? la gente vive cansada y drogada, porque para sentirse mejor tienen que empastillarse.
Para otros es necesario CASARSE Y TENER HIJOS, lo cual me parece perfecto, pero...¿acaso las parejas no se dan cuenta que atándose de tal manera pierden cierta libertad? Tengo seres cercanos que no pueden hacer algo por tener que cuidar a su/s hijo/s. Al fin al cabo terminas rompiéndote la nuca para mantener tu familia.
Acaban siendo unos viejos demacrados, enfermos y algunos hasta llegan a ponerse tristes por sentir que no llegaron a hacer algo interesante o lindo en su vida, cobrando una jubilación que no les alcanza ni para los impuestos. Y así corren los años, pasa el tiempo, y vos seguís sentado frente a una computadora, encerrado en cuatro paredes, sin saber que allá afuera hay un mundo precioso y desconocido que te está esperando. Sin saber que no todo es como lo muestran las clásicas películas estadounidenses, donde ellos son los buenos, los latinoamericanos son los traficantes, los árabes los terroristas y los italianos los mafiosos. Si salís a la calle, a la puerta de tu casa, si caminas dos cuadras, vas a encontrarte con muchas cosas como esas. No hace falta que te vayas a otro país para saber que es cierto y que existe. Si abrís la puerta de tu casa y caminas algunas cuadras vas a darte cuenta que trafican drogas, armas, personas y que hasta llegan a matar por un par de zapatillas.
Posiblemente nací con el espíritu libre, el cual se enriqueció mucho más con mi viaje. Quizás algunos piensen que soy una desquiciada, patética, pero sé que muchos de los que leyeron esto llegaron a comprenderme y a estar de acuerdo con algunas de las cosas que puse. 



Lo único que digo es que yo no quiero tener ese estilo de vida tan normal y repugnante. Yo quiero VIVIR y DISFRUTAR, CONOCER, APRENDER y SOÑAR. Me gustaría tener anécdotas para contar, no quiero encerrarme, prender el televisor y dejar que las falacias mostradas en el noticiero lleguen a quemar mi cerebro. No pienso en el futuro, prefiero vivir el presente.
Te amo por vos y por mí.